viernes, 21 de febrero de 2014

«Sueños.»


Era una mañana de invierno. Una mañana de no moverse de casa. De mirar por la ventana con una taza de chocolate caliente. En una mañana de ésas, no me apetecía levantarme. Me quedé mirando al techo, pensando. Pensando... ¿En qué? Pensando en el sueño de esa noche. ¿Sobre qué? Ni me acordaba. Hay sueños que se quedan en tu mente para siempre. Otros parpadean suavemente, hasta acabar olvidados en algún rincón. De otros sólo te acuerdas cuando acabas de despertar, sólo te da tiempo a dar un repaso a los momentos soñados. Son sueños efímeros, viajeros, a los que les gusta visitar a otras personas. Hay sueños que hacen milagros, sueños famosos. Sueños que hacen crecer, sueños que te hacen volver al pasado. Sueños esperados, sueños sorprendentes. Sueños fantásticos, sueños reales. Sueños dulces, sueños terroríficos. Sueños incompletos. Sueños que te aclaran las ideas. Sueños pequeños, sueños enormes.
Aquella mañana de invierno, me levanté a la una.

4 comentarios:

Red Pencil